Los Diablos Rojos del México le volvieron a repetir la dosis a los Yankees, los habían vencido el domingo y la historia no cambió en el segundo juego de exhibición, en el que los pingos se impusieron con una voltereta memorable 5-8, en una tercera entrada en la que conectaron ocho carreras.
La novena estadounidense pegó primero y a temprana hora en el estadio Alfredo Harp Helú, pues logró tres carreras en la primera entrada , luego de un batazo de José Treviño que trajo al plato a Cabrera y González; la tercera carrera llego tras una línea de Smith, lo que le costó la salida al pitcher escarlata, Ronnie Williams.
Uno de los momentos que generaron mayor preocupación fue cuando Óscar González se pegó en la cara con un batazo de foul, por lo que de inmediato se pidió la entrada de las asistencias médicas. Sin embargo, el beisbolista de los neoyorquinos logró ponerse de pie, aunque abandonó el juego en dirección al hospital.
Los escarlata reaccionaron en el tercer inning y firmaron la voltereta. Primero descontaron con una carrera ‘de caballito’, pero luego encendieron el madero: Diosbel Arias conectó un home run con la casa llena para poner las cosas 4-5 en el coso capitalino. El tablazo trajo la salida del mexicano Luis Arias, abridor de los Mulos de Manhattan.
Pero eso no sería todo, toda vez que Juan Gamboa conectó palo de vuelta entera, con dos bases ocupadas, para poner el 4-8 en el mismo inning.
Los de la Gran Manzana se acercaron en el quinto rollo (5-8) a través de un infield hit y parecía que en la octava entrada podían remontar al lograr llenar todas las bases, pero el pitcheo oportuno de Daniel Missaki apagó el incendio que ya se le estaba propagando. En la novena, los Yankees volvieron a tener a dos jugadores en base para igualar, pero Tomohiro Anraku sacó el out de la victoria.
Latinus.